REGRESO A YUYE`S

Me encontraba en Ocaña como si estuviera recién llegado, estaba en busca de yucelys con el temor que me rechazara, porque pensaría ella que al no llamarla por teléfono creería que yo me olvide de ella y que todo lo nuestro fue una mentira.
Era una mentira! Pero el que la había olvidado, si solo hacia constante mente era pensarla y llorar por ella, por haberla perdido y todo por un culpable, yo mismo, o tal vez por el destino que se empeñaba en hacerme sufrir siempre. Pero porque culpar a alguien si yo mismo había conseguido el haber tenido que partir de su pueblo.
Pero había vuelto de nuevo, lleno de amor y con la esperanza de no ser rechazado.
Llegue a una reunión que ella tenia con su siempre amigas, mildred y yureidis, amigas mías que aprecio también. Amigas que e de admirar no solo por ser aquellas que me ayudaron a conquistar a yucelys, también por el aprecio, amistad y bondad que me demostraron ser, hacia mi persona, cuando en su pueblo vivía como estudiante.
Yucelys tenia ya una niña y un esposo, ellos dos no se encontraban en ese momento con ella. Estaba viviendo ahora en una casa con ellos, con su pareja e hija, yo había llegado a ese lugar solo para verla, así que apenas llegue al pueblo fui donde ella.
Sus amigas fueron las primeras en verme y se sorprendieron a mi llegada, y yo estaba nervioso y contento de regresar a donde yucelys, pero reacciona diferente fue la de ella, al verme bajo la cabeza, no tubo la reacción de alegría que yo querría aun así me le acerque y con un beso suave en la mejilla la salude.
Su reacción fue debido a lo normal, tenia un esposo, el no se encontraba en esos momentos, estaba de viaje, en cuanto a su hija, estaba en casa de una de sus tías, esa niña preciosa la ataba mas a el. Entonces evite tener otra reacción y no proseguí a besarla como quería, robarle un beso en la boca.
Ella sentía un poco de rabia, pero no preguntaba los porque de mi no regreso antes, porque ahora, era muy tarde ya, pero yo me di cuenta aun mas que ella era lo que me gustaba lo que necesitaba lo que esperaba, la verdadera mujer en mi vida.
Se olvido ese día de su obligación de esposa y como antes volvimos a las palabras y caricias de novios, como antes sentíamos querernos.
Ante la gente, era solo una visita, pero para los que sabían lo nuestro era una cita de enamorados de siempre. Y ella me hechizaba con su tierna mirada y sus besos podían estremecer mi vida.
estábamos todos ya en una reunión, como especie de parranda o día de patio, o integración en casa. Con nosotros nuestros amigos, los que sabían lo nuestro, aun así ella sentía pena con ellos, estaba engañando a su esposo, seria mal vista tal vez por eso, era un impedimento para estar siempre cercanos al lado del otro, pero no me importaba, a su debido tiempo le podía robar los besos prohibidos, las caricias anheladas y lograr lo mejor de todo ello, el estar juntos como lo queríamos desde hace mucho tiempo.
Abrazarnos, tenerla entre mis brazos, volver a ver las estrellas juntos por siempre, era lo que quería, era lo que esperaba.
Llego otra mañana y todos los de siempre estábamos en la casa de yucelys aun su niñita pimpollita y linda no la habían traído, quería verla pero tenia que esperar, mi sensación hacia aquella niña era de padre, sentía quererla como si hija mía fuera, pues era de mi mujer amada eso la convertía en mía, así era mi sentir.
Me quede con yucelys acariciándonos, estábamos dentro de su casa, luego por el consentimiento de ella, por sus nervios salí a la calle, afuera estaban nuestros amigos y otros mas. Ellos comentaban el lío se va a formar, es problema, ellos están locos al hacer eso. Hablaban de nosotros y lo que hacíamos. Los interrumpí diciendo – puede que así sea pero ella y yo nos amamos y aunque su marido llegue o le comenten yo lo enfrentare, enfrentare al destino, suceda lo que suceda la seguiré amando.